Las intermitencias del capitalismo: el malestar de las nuevas tecnologías en "Ahogarse en un mar de datos"
Vídeo promocional: https://youtu.be/56L2iHcNgVg
Las Salas B y C de La Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2) acogieron
la exposición titulada Ahogarse en un mar de datos/ comisariada por João
Laia (01 de febrero al 19 de
mayo). Esta muestra colectiva
contó con la participación de varixs artistas que conjugaron en un mismo
espacio expositivo un malestar en común: los desastres de los medios de
comunicación y las intermitencias del capitalismo informático que en la última
década se ha impregnado como un malestar social constante. La muestra expone obras de
Korakrit Arunanondchai, Pedro Barateiro, Emma Charles, June Crespo,
GIRLISONFIRE (Monika Janulevičiūtė + Antanas Lučiūnas), Evan Ifekoya, Tomasz
Kowalski, Nicolás Lamas, Pakui Hardware, Joanna Piotrowska, M Reme Silvestre,
Sofía Reyes, James Richards + Leslie Thornton y Clemens von Wedemeyer. Según
Laia, las nuevas tecnologías "han
expandido una forma neoliberal del trabajo donde ya no hay una separación con
el individuo. Siempre tenemos que estar activos, contestando a un email o un
mensaje". Es por eso
por lo que, con respecto a esa separación del individuo, o la exaltación del
trabajo individual de lxs artistas, esta muestra presenta un nuevo modelo
representacional conocido como crowd-souced que se podría traducir al
castellano como una colaboración distribuida o externalización abierta de
tareas. Por último, la muestra está divida en tres partes esenciales: la
exposición, un programa
de performances y el catálogo; Ahogarse en un mar de datos se nos
presenta como una variación de diferentes maneras de recopilar los datos: la
imagen, la acción y el documento.
Detalle de la pieza The Return of the Sweetness (2018) del colectivo Pakui Hardware |
De manera
general, tres artistas resaltaron de manera efectiva y concordante con el
discurso de la exposición; exploraron las diferentes ansiedades producidas por
las nuevas tecnológicas inclusive a través de la nueva tecnología misma, como
es el caso de la artista colombiana Sofía Reyes y esa fragmentación de
atenciones que se puede dar por el flujo constante de información. En la Sala
B, las piezas tituladas New anxieties/ Nuevas ansiedades (2017) y Bala
(2018), ambos vídeos de Reyes exploran la narración visual interpuesta a la narración
escrita. New anxieties, plantea una interacción dicotómica de estas
narraciones; primero, se revelan imágenes interpuestas de catástrofes y
fenómenos naturales y, a su vez, un diálogo en que varias parejas manifiestan
su amor. Es decir, la narración visual se encuentra en un constante contrapunteo
con la narración escrita (el subtitulado) generando así una analogía entre el
final de una civilización a través de la catástrofe y una relación íntima, que
es otra catástrofe. En conjunto con New anxieties, se encuentra otro
vídeo arte titulado Bala, en donde expone un retrato emocional sobre la
crisis ¿identitaria? humana. Este vídeo fue creado con el fin de que sobreviva
a su construcción discursiva para el consumo masificado de las personas por
medio de plataformas como lo es YouTube. Reyes expone cómo la idea del fracaso es
construida para el consumo de las masas, pero a su vez abriendo una reflexión
de un espejo que refleja otro espejo. La pieza expone el fracaso, pero
invitando a la reflexión sobre nuestros propios fracasos y cómo el constante
martilleo (la idea de hacer ruido a través de la yuxtaposición de las imágenes
de la media) nos absuelve de ese proceso al saturarnos con estas imágenes.
Por otra parte, en la misma sala, el artista tailandés
Korakrit Arunanondchai y su pieza titulada With History in a Room filled
with People with Funny Names 4/Con la historia en una habitació´n llena de
personas con nombres graciosos 4 (2017) aborda en sentido general el tema de la muerte y su reflexión
en la contemporaneidad. La
manera en que la pieza está construida es que a medida que pasan las imágenes
del vídeo se nota la interacción de los drones con las acciones del vídeo. El
modo en que los drones para la grabación intervienen en estas acciones sugiere
un animismo creando una analogía en donde estos drones representan la
interacción de los espíritus con las personas. Esto con el fin de exponer un
compartir del mismo flujo de existencia entre que los espíritus y las especies
viva. With History in a Room (…)
cuenta con la compañía de una rata-instalación, la cual provoca una reacción incómoda
por parte del espectador. Esta rata-instalación con escala mayor de la que
supone ser una rata de tamaño normal, nos confronta de manera en que nos
cuestionamos el por qué hay una rata en medio de una sala de exposiciones.
Arunanondchai expone el roedor como aquel primer explorador en aparecer en
medio de las ruinas, de la basura, de los desechos, que no es otra cosa que
hablar sobre esos escombros provocados por capitalismo bestial y global en el
que vivimos.
Rata-instalación de la pieza With History in a Room Filled with People with Funny Names 4 de Korakrit Arunanondchai |
Por último, en la Sala C de la exposición, el artista polaco Tomasz Kowalski resaltó a través del uso atrevido del medio tradicional del dibujo y la pintura. Su serie Sin título (2017) cuenta con claras influencias del Art Brut -o arte marginal- y de la literatura estadounidense posmodernista. Del primero, expone unas pinceladas lejanas de la formación académica en la pintura para así hallarse fragmentado en cada pieza entre la psicodelia, esoterismo y surrealismo. De la segunda, extrae esas claras sensaciones de discontinuidad y fragmentación que caracteriza a la literatura posmoderna. También promociona una estética reflexiva, casi minimal en la experimentación y la reconceptualización de la sociedad, la historia y del «yo». Kowalski expone a través de sus piezas una representación común de la interpretación paranoide en donde esa microutopía creada paranoicamente refleja una realidad hipotética o más bien, una representación de lo que significa estar vivx hoy día en medio de esta cultura visual que tanto nos ahoga en varios mares.
Paula María Arribas
Un poco confusa. Al ir valorando artista por artista y obra por obra, te olvidas de una valoración general de la exposición.
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