Amauta a través de la contemporaneidad: la red colectiva de homenajes y conocimiento
- Artista(s): Exposición colectiva. Recopilación de varios artistas, pensadores, escritores, etc.
- Título de la exposición: Redes de Vanguardia. Amauta y América Latina, 1926-1930
- Comisarios: Natalia Majluf y Berverly Adams
- Museo: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Calle de Santa Isabel, 52, 28012 Madrid)
- Fechas: 20 febrero - 27 mayo, 2019
Redes de Vanguardia, Amauta y América Latina es una de esas exposiciones en las que el destino es uno y está claro: debes volver para aprehender el sentido. El espacio es tan inmenso como lo son sus contenidos, una muestra que ejemplifica perfectamente la nueva ilegibilidad contemporánea a la que estamos predispuestos y en la cual nos vamos desarrollando. El flujo de información responde claramente a una intencionalidad. Por una parte, relacionada con el hecho de hacer justicia a la importancia de la revista latinoamericana en la que está basada la principal línea narrativa, y por otra a esta nueva característica adquirida que es la de bombardear con información al espectador, del mismo modo en que lo está siendo en su vida cotidiana. En esta nueva era de sobrecultura visual e informativa recién adquirida gracias al uso de Internet y los smartphones, adentrarse en un recorrido semejante a Redes de Vanguardia resulta asumible con naturalidad. Aunque no deja de sobrecargar al visitante, este está más acostumbrado a este tipo de comunicación, pero ni mucho menos por ello resulta una decisión acertada o no, simplemente algo más concebible y quizá aceptable por tratarse de una característica con la que convive de manera cotidiana.
Quizá ahí está la singularidad de la muestra, adentrarse en ella no supone un recorrido guiado en el cual transitas fácilmente, para captar la esencia de lo que ahí aparece necesitas tiempo, apetito lector, -pues hay multitud de cartela extendida-, y oportunidades de volver. Es cierto que hay un orden lógico, y si se estudia cuidadosamente la muestra, se percibe algo bastante estudiado, por supuesto, pero la pregunta principal ya no es cuánto ocupa la muestra, sino cuánto tiempo se debe emplear para observarla. Los parámetros aquí están cambiados, por lo que el cambio en la cuestión ya es un hecho bastante reconocible. Las dos grandes comisarias, Natalia Majluf y Berverly Adams han llevado a cabo una labor magnífica que va más allá del concepto comisariado tradicional. Han recreado el espíritu vanguardista de la revista en una exposición que no deja nada sin atar, con detalles que hacen de la muestra algo perfectamente completo y que explica lo que supuso la acción de los grandes pensadores como Mariátegui en América Latina en el siglo pasado.
Todo postulado teórico vanguardista que aparecía en cualquiera de los números de la revista de pensamiento Amauta tiene un ejemplo reflejado en el recorrido de Redes de Vanguardia. Reflexiona en la imbricación del arte en los procesos y análisis político-económicos en busca de una transformación social más justa que involucrase las realidades indígenas, intentando romper los lenguajes colonialistas y eurocéntricos. Este discurso se centraliza con la figura de la revista ya mencionada la cual es fundada y dirigida por José Carlos Mariátegui, sujeto trascendental en la época, y clave para el desarrollo intrínseco de la vanguardia en Perú y gran parte de Latinoamérica. Su papel queda homenajeado de manera impecable, sin perder de vista la gran característica y el espíritu con el que fue creado el proyecto: la colectividad de pensamiento. Fue una plataforma de intercambio y de exposición artístico-cultural, que amplió los horizontes de muchos artistas y pensadores, fue un espacio de exposición nacional e internacional, pero permitió ubicar los discursos de estos en otras esferas, la pública, por ejemplo, redefiniendo el campo artístico. Forjó un terreno común que permitió los debates transnacionales.
Todo esto queda plasmado en la exposición de manera panorámica, y quizá ahí esté uno de los juicios que se le puede hacer a la muestra: para comprenderla, incluso habiendo incluido cantidades ingentes de información, hace falta más contexto por parte del espectador, y quizá un previo conocimiento sobre lo que ocurrió en delante de los años veinte del siglo XIX en América Latina.
Hay dos aspectos clave de Redes de Vanguardia que resultan destacables, el hecho de la última sala en sí misma y la manera en que fue ideada la propia exposición. El primero de ellos es este espacio exclusivo para mostrar el indigenismo como vanguardia, dándole un discurso legitimador evidente. El hecho de estar en el Museo Reina Sofía equipara esta manera de hacer vanguardia al resto de ellas más institucionalizadas, mostrándola como perfecto exponente modernista latinoamericano.
Última sala de la muestra donde se localizan los ejemplos de indigenismo vanguardista |
Sandra Sevilla Ortiz
Demasiados elogios y poco análisis. No hablas nada del marxismo de Mariátegui, de su compromiso político, de la centralidad de la revista, del compromiso indigenista. Con decir que la exposición está muy bien, que es muy extensa y que las comisarias son muy grandes no se valora objetivamente la exposición misma.
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