TÍTULO DE LA EXPOSICIÓN: “Guillermo Kuitca”
ARTISTA: Guillermo Kuitca
COMISARIA: Sonia Becce
LUGAR: Galería Elba Benítez
DIRECCIÓN: c/ San Lorenzo 11, 28004 Madrid
FECHAS: 22 de febrero - 4 de abril de 2019
En una primera sala encontramos diversos planos de ubicación de localidades de numerosos teatros y óperas, como el Teatro Real de Madrid o la Sidney Opera House, en los que Kuitca traslada el punto de vista desde el escenario a la audiencia, dirigiendo su mirada a los espectadores, con la idea de mostrar que hay tanto drama entre la audiencia como en el escenario.
ARTISTA: Guillermo Kuitca
COMISARIA: Sonia Becce
LUGAR: Galería Elba Benítez
DIRECCIÓN: c/ San Lorenzo 11, 28004 Madrid
FECHAS: 22 de febrero - 4 de abril de 2019
Guillermo Kuitca vuelve a exponer en Madrid tras la exposición individual llevada a cabo en 2003 por el Museo Reina Sofía en el Palacio Velázquez. En esta ocasión es la Galería Elba Benítez la que presenta “Guillermo Kuitca”, una muestra sobre la obra más reciente del artista argentino.
Guillermo Kuitca (1961, Buenos Aires) es uno de los artistas contemporáneos más reconocidos de América Latina. Expuso por primera vez a los 13 años en la galería Lirolay de Buenos Aires y, desde entonces, ha recibido diversos premios y expuesto en muchos de los espacios de arte más destacados a nivel internacional, entre los que se encuentran el MoMA de Nueva York (1991), la Documenta IX (Kassel, 1992) o la bienal de Venecia (2007). Además, su obra está presente en numerosas colecciones, entre las que podemos destacar el MoMA de Nueva York, la Tate Gallery de Londres o el Reina Sofía. También ha trabajado en relación al teatro, como director y como creador de escenografías y telones.
La muestra, compuesta por 18 piezas datadas entre 2010 y 2018, supone una excelente ocasión para conocer la obra de Kuitca. En ella encontramos cuestiones clave para comprender su producción artística. Y es que desde mediados de los años 80 y principios de los 90, su obra parece formar parte de un mismo trabajo en curso que ha ido evolucionando a lo largo de los años pero que sigue manteniendo los mismos intereses y temas: la arquitectura, el teatro y los mapas, en los que destacan los escenarios abandonados, los patios de butacas, las pequeñas y aisladas figuras humanas de espaldas y las sillas tiradas por los suelos, presentes también en esta muestra.
No es de extrañar por lo tanto que la disposición de la exposición, dividida en tres espacios, esté organizada siguiendo las distintas preocupaciones que, de forma reiterada, ocupan la producción del artista.
Sin título (Teatro Real) (2018), Guillermo Kuitca |
En una primera sala encontramos diversos planos de ubicación de localidades de numerosos teatros y óperas, como el Teatro Real de Madrid o la Sidney Opera House, en los que Kuitca traslada el punto de vista desde el escenario a la audiencia, dirigiendo su mirada a los espectadores, con la idea de mostrar que hay tanto drama entre la audiencia como en el escenario.
En un segundo espacio volvemos a encontrar pinturas relacionadas con el teatro pero, en este caso, es el escenario lo que está representado. No obstante, encontramos un escenario vacío, abandonado y al que llegamos tarde para ver la función. Destaca aquí la serie de pinturas basada en la escenografía que Kuitca realizó para El Holandés Errante de Wagner (2003, Teatro Colón de Buenos Aires).
El holandés erranye (2011), Guillermo Kuitca |
La cartografía, entendida por Kuitca como una especie de arquitectura del mundo, es la principal protagonista de la última sala. Se trata de pinturas de gran formato que recuerdan mapas pero que no evocan ningún espacio concreto: el espectador solo encuentra una vaga referencia de lo que pueden ser rutas, caminos, ríos o carreteras.
El recorrido por estos tres espacios nos condensa de forma acertada el característico lenguaje visual de Guillermo Kuitca, no solo por los temas representados sino también por cómo las formas y pinturas que se distorsionan y desordenan por el papel. Para ello, el artista somete a sus dibujos a diversas manipulaciones (agua, vapor, temperatura etc.), lo que produce severas alteraciones en ellos, transformando su aspecto inicial y dejando el resultado final en manos del azar, quien altera la obra de forma aleatoria e incierta. Se juega así con la repetición y el orden, enfrentándolos a la irrepetibilidad y el desorden. Y es que la pintura parece tener vida propia y logra crear efectos interesantes, especialmente en los planos de localidades de los teatros que parecen desmoronarse o explotar, pero que también tienen algo de música, como si se tratase de partituras antiguas.
Marina Arranz Bombín
Bien. Quizás falta algo de mordiente.
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