“Quien escribe,
teje. Texto proviene del latín, «textum»,
que significa tejido.
Con hilos de palabras vamos diciendo,
con hilos de tiempo vamos viviendo.
Los textos son como
nosotros: tejidos que andan”
-Eduardo Galeano
Escribir sobre el caos significa conocer sobre lo desconcierto. Esto, a su vez, significa explorar qué posición ejerce el caos en cada una de nuestras vidas. Pero ¿cómo se escribe sobre el caos? Ojalá pudiera dar unas instrucciones cortazarianas de cómo abordar este tipo de tema, pero esto implicaría una íntima reflexión y un posicionamiento en donde tienes que escarbar la memoria. Ésta como es así de siniestra, habría que contrarrestar el carácter editado del recuerdo, sin que la subjetividad interfiera en la manera en que recordamos y reaccionamos antes las cosas.
Estoy convencida de que no
llegué a Travesía Cuatro (Calle de San Mateo, 16) para solo mostrar el trabajo
de la artista valenciana Elena del Rivero titulado The End of the World/ El Fin
del Mundo, expuesta desde el 25 de
enero hasta el 23 de marzo del 2019, sino para expurgar el
significado del trauma y las maneras efectivas de acercarse a ello. De
principio, Del Rivero cuenta con una trayectoria de entretejer. Entreteje
discursos pues no tan solo es una de las pioneras en asumir el bordado -aquel
resultado de tejer- como práctica artística-política en España en armonía a los
discursos feministas de su época, sino que también ahonda en los cabos sueltos
que le dejamos a la memoria. Es así, cómo su trayectoria artística se ha caracterizado
por las tareas de reparación de las obras dañadas.
Instalación The End of The World/El Fin del Mundo (2017) en la galería Travesía Cuatro |
Para contextualizar, esta instalación se concibió en una residencia artística que la artista realizó en la Fundación Joan Mitchell de Nueva Orleans en el 2017. Como parte del proceso creativo de esta pieza, Del Rivero contrató a un guía local y capturó con diferentes cámaras analógicas los restos de la destrucción del Huracán Katrina en el 2005 en Nueva Orleans, Luisiana. También, el guía local llevó a la artista a un lugar que los locales conocen como The End of The World, zona en donde el Río Mississippi desemboca al mar y que todavía presenta rasgos de esta catástrofe. Este compendio de acontecimientos dio resultado a esta instalación que nos presenta en la sede madrileña de la galería Travesía Cuatro. El trabajo curatorial de esta exposición por parte de Mateo Feijóo y su manera de desvincularse de la manera tradicional de redactar el texto curatorial, nos ofrece la clara intención poética de la pieza y de la exposición. Desde una renuencia desde la poética del cuerpo y su relación con acontecimientos históricos, el espacio expositivo te recibe con el texto curatorial que, en este caso, sería un poema curatorial en donde resaltan frases que homenajean la memoria y a las cicatrices a partir de catástrofes naturales y su intervención violenta en la historia:
"al fin del mundo
te muestro el pulso
de cada cicatriz de mi cuerpo
el holocausto
de las noches
las mandrágoras que
crecen entre los dedos casi vírgenes de los verdugos víctimas
incomprensibles de la
violenta historia de los vencedores
el milagro de los días y de las noches como una herida
que brota"
.
«Cicatriz, Holocausto, Violenta Historia, Herida que brota», frases
intencionadas con el fin de ubicarnos y reflexionar en el acto de
bordar/coser/cicatrizar que se requiere para trabajar con la memoria. Al
explorar más de cerca la pieza The End of the World te percatas que no
es otra cosa que una insinuación iconográfica de lo que es el trauma. Los elementos
que aportan a esta iconografía tales como un trapecio en medio de la galería,
un abanico que sirve de apoyo para el movimiento de las mantas, las fotografías
que conectan la instalación con Nuevo Orleans, las agujas, los hilos, ángeles
de cerámicas, fueron colocados como recordatorio sobre la artisticidad de la
pieza, pero que, en la reflexión artística desde la contemporaneidad, sirve
para proponer que la ficción supera la realidad.
Detalle de la pieza The End of the World/El Fin del Mundo (2017) |
Por ejemplo, lo primero
que vemos luego del poema curatorial son las fotografías que Del Rivero tomó de
los vestigios que Nueva Orleans todavía presenta sobre Katrina 13 años después.
Las fotos fueron capturadas en blanco y negro y sirven para remitirnos a un
tipo de álbum fotográfico; a esos álbumes que sirven de archivo para la
memoria. El uso del blanco y negro es efectivo en el sentido que relacionamos
las fotografías de este tipo de color a una memoria lejana de algo que pasó,
pero que no estamos tan cerca de ellas. Al continuar con el recorrido, esta
pieza nos impacta con dos grandes obras en papel que cuelgan de las paredes de
la galería en donde muestra la costura y el bordado que la artista ha utilizado
para reparar las rasgaduras intencionadas durante el proceso de elaboración. Colocar
estas mantas como un punto centro de atención dirige el discurso y enfatiza en
el mero acto de rasgar, coser. El elemento fundamental de esta pieza son las
agujas colocadas intencionalmente como memorándum de esa relación causa-efecto
donde lo casual es la catástrofe y los traumas de la memoria son sus efectos.
Detalle de la pieza The End of the World/El Fin del Mundo (2017) |
A través de un abordo
poético, Del Rivero nos relata una historia donde indirectamente nos propone
unas instrucciones de cómo deshilar la memoria y acercarnos a las réplicas que
los desastres naturales tienen en nuestras vidas. También, nos expone un modo
coherente de hacer las paces con nuestras cicatrices. Así que:
Instrucciones para trabajar poéticamente la catástrofe/memoria
Primero, concíbete en un lugar.
Luego, elabora un proyecto artístico y sométete al proceso creativo.
Construye un resultado.
Por último, invade un espacio: el de la memoria, el íntimo, el de la
galería, el externo.
Recuerda deshilar cuantas memorias sean necesarias para trabajar los
traumas.
Paula María Arribas
Muy bien. A veces querer cuidar en exceso el estilo literario puede producir disonancias textuales. Si uno apuesta por la escritura poética no debe olvidar el carácter crítico del texto. Muy bello, en cualquier caso.
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